(Marchtrenk, 10 de junio de 2021) La creación de cadenas de suministro resilientes y la pandemia del coronavirus impulsan la demanda de soluciones de retrofit en la intralogística. Markus Kammerhofer, Head of Retrofit Sales de TGW Logistics Group, nos cuenta en una entrevista cómo se pueden llevar a cabo con éxito los proyectos y cuál debería ser el plazo de ejecución.
Las instalaciones intralogísticas de acero y hierro son duraderas. ¿A partir de cuánto tiempo desde la puesta en marcha tiene sentido realizar un retrofit?
Markus Kammerhofer: es un hecho que el acero y el hierro son duraderos; algunas instalaciones logísticas llevan décadas en funcionamiento. Pero, en lo que respecta al retrofit, la principal preocupación no es sustituir componentes de acero robustos. Poner al día los sistemas informáticos y de control es un tema importante que forma parte de la agenda cada par de años, en especial, cuando las empresas crecen. En principio, con un retrofit se modifican o amplían los sistemas de flujo de material para que el operador del sistema pueda abordar de forma óptima las necesidades de sus clientes. Básicamente, dividiría el tema en tres subcategorías.
¿Cuáles son?
En primer lugar, adaptaciones que hay que hacer ya a los pocos meses de la puesta en marcha del sistema completo para poder adaptarse a los nuevos requisitos del mercado en una época de rápida evolución. El punto número dos son ampliaciones que resultan necesarias a los pocos años de la puesta en marcha, especialmente en empresas con altas tasas de crecimiento. El tercer punto son modernizaciones de sistemas informáticos y de control, que son necesarias cada cuatro o cinco años. Los sistemas mecánicos no tocan hasta los diez años o más. Si se pone al día el software, deberá tenerse también en cuenta en el control.
El retrofit es un mercado en crecimiento. En la actualidad, en TGW desarrollamos al año en este ámbito casi cinco veces más proyectos que hace diez años. Esto se debe, por un lado, a que, durante este tiempo, hemos vendido muchas instalaciones nuevas. Por otro lado, cada vez más empresas se dan cuenta de que solo pueden mantenerse por delante de la dura competencia adaptándose perfectamente a las necesidades de sus clientes. Las empresas que explotan las instalaciones también ven que mantener el compromiso de entrega y, con ello, la estructura de una cadena de suministro competitiva es cada vez más importante. En las mentes de las personas que toman las decisiones está presente lo que se denomina el mundo VUCA, es decir, los retos relacionados con la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Y, no menos importante, el año pasado, la pandemia del coronavirus impulsó el mercado, por ejemplo, debido a un aumento repentino del E-Commerce en algunos sectores.
Antes había operadores de sistemas que seguían el lema de "never touch a running system" (no tocar nunca un sistema que funciona). Pero, en la actualidad, casi todo el mundo sabe que hay que procurar sacar el máximo partido a la intralogística. Las empresas no pueden permitirse ineficiencias o incluso paradas y unos plazos de ejecución largos son una desventaja competitiva en el mundo de la logística de alto rendimiento.
¿Cuándo resulta inevitable un proyecto de modernización?
Si se pospone el tema demasiado tiempo, existe el riesgo de que las piezas de repuesto dejen de existir o de que las tecnologías ya no estén disponibles. Pero, aún más importante, es el conocimiento que falta cuando, por ejemplo, los especialistas de sistemas informáticos y de control se jubilan. Muchos informáticos disponen hoy en día de una gran cantidad de experiencia en NET, C#, JAVA o SAP, pero ya no se manejan con C++ o C. Con los proyectos de retrofit apostamos básicamente por la introducción de la tecnología más moderna, conservandola vigente durante el mayor tiempo posible.
¿Cuánto dura un proyecto de modernización?
En principio, existen dos opciones: el "Big Bang" o el procedimiento gradual. Este último cada vez es más importante, ya que las empresas no quieren asumir de ningún modo el riesgo de que algo salga mal durante el Big Bang. Además, cada vez menos empresas hacen vacaciones operativas, por lo que las instalaciones deben funcionar de la forma más constante posible. Tenemos clientes que en un solo día generan millones de euros de facturación con un almacén central. Para ellos, cada hora que la intralogística está parada cuenta. Este tipo de empresas alargan una modernización durante medio año o más, y nosotros operamos, por así decirlo, a corazón abierto, pero muy bien preparados. Los pequeños retrofits se pueden tener listos en unos pocos fines de semana.
¿Cuáles son los pasos más importantes de un proyecto?
Son esenciales unos análisis exactos y una planificación perfecta y detallada. Analizamos primero el estado actual de la tecnología, las condiciones in situ y examinamos los requisitos del cliente. La creación de un cuaderno de especificaciones es obligatoria. Como base de la descripción de procesos actual, se puede utilizar la documentación de la instalación existente. Si se va a sustituir el control de flujo de material, también hay que pensar en las interfaces a los sistemas subordinados, los controladores lógicos programables, abreviado, PLC. En todos los casos, debe desarrollarse un concepto de cambio elaborado para garantizar la disponibilidad de la mercancía.
Tan solo la actualización de un software al nivel técnico actual proporciona un aumento de funcionalidades. Los nuevos sistemas de gestión de almacenes permiten una mejor conectividad con otros sistemas como Manufacturing Execution Systems, Supply Chain Management Systems y Enterprise Resource Planning Systems, de manera que el flujo de datos sea más fluido. El objetivo siempre es poder intercambiar información en tiempo real a lo largo de toda la cadena de valor. Este es el requisito para que las empresas puedan gestionar su abastecimiento y sus flujos de material de la forma más eficiente posible más allá de los límites de la empresa. Cada vez nos preguntan más si se pueden integrar tecnologías autónomas como los sistemas de transporte sin conductor o robots en el conjunto de la instalación. Aportan más flexibilidad y facilitan la escalabilidad. Los sistemas de gestión de almacenes más actuales también ofrecen la posibilidad del control a través de pantallas táctiles. El manejo es intuitivo y el aprendizaje de los trabajadores es más sencillo. Así es también para el "zoom" progresivo en la visualización de la instalación. Los usuarios pueden examinar los sistemas hasta el nivel de los sensores para, por ejemplo, localizar componentes defectuosos. Por lo general, los trabajos de mantenimiento también resultan más sencillos después de un retrofit, ya que se han montado componentes más modernos en las instalaciones. Pero, hay un tema que cada vez será más importante...
¿Qué es?
El hecho de poder cumplir los deseos de los clientes finales con mayor rapidez que la competencia. Y es que, quien no sea capaz de satisfacer las nuevas demandas, perderá clientes. Un ejemplo: antes, una entrega con 100 posiciones era suficiente para un cliente. En la actualidad, quiere recibir el pedido con el mismo volumen en diez lugares diferentes, con diez horarios distintos. ¿Por qué? Porque es una práctica habitual en las grandes plataformas B2C y el cliente también quiere aprovechar estas ventajas y flexibilidad para su empresa. Por ello, siempre debe observarse la perspectiva conjunta y, en este sentido, las inversiones en retrofit se amortizan rápidamente.
¿Hasta qué punto es sostenible un retrofit en términos de ahorro de recursos y de energía?
Por lo general, los retrofits son inversiones sostenibles justo porque las empresas no solo prolongan la vida útil de sus instalaciones, sino que también consiguen incrementar la eficiencia. Muchas empresas han establecido programas para reducir sus emisiones en los próximos años. Tratan los recursos de manera consciente, y examinan con lupa cada eslabón de la cadena de suministro para localizar posibles ahorros de emisiones. Para ello, se adentran en las estructuras. Y valoran mucho que nuestros transelevadores más modernos o el sistema de manutención KingDrive® sean especialmente eficientes en materia de energía.
¿Cuáles son los factores de éxito más importantes para un proyecto?
Además de unos jefes de proyecto con experiencia, un plan estructurado y un cuaderno de especificaciones, la definición de los pasos de migración es parte indispensable de los factores de éxito. Además, los empleados deben estar bien formados para trabajar in situ con personas que puedan sentir el latido de la planta. Otro punto importante es encontrar el momento adecuado para un retrofit. Si las empresas creen que basta con pensar en ello cuando la instalación está funcionando a pleno rendimiento, están muy equivocadas. Hay que pensar en que el tiempo de ejecución de un proyecto puede alcanzar a veces hasta un año. Por eso, nos dirigimos al cliente ya cuando la planta está funcionando al 85 % de su capacidad, para que juntos podamos desarrollar una solución que aporte los beneficios deseados en el momento adecuado. TGW también se encarga de formar a especialistas en retrofit que adquieren amplios conocimientos técnicos. Además, apostamos por productos desarrollados especialmente para retrofits.
¿A partir de qué importe de inversión comienza un retrofit?
Hay proyectos que comienzan por 50.000 euros; los proyectos de gran volumen cuestan, a veces, varios millones. Lo que debería pensarse: aquellos que hacen, por ejemplo, varios millones de euros de facturación al día con un almacén central, un día de inactividad es más caro de un proyecto de retrofit completo.
Sr. Kammerhofer, ¡muchas gracias por la entrevista!